Sentado en la mesa
de un bar junto a mi amigo camarógrafo, Julio César Ramón seguía de cerca las
escenas de una obra de teatro, de pronto una de las actrices (metida en su
personaje) se acerca a mi mesa y empieza a decirme cosas al oído que me
hicieron perder un poco la concentración en la secuencia y argumento, me bailó,
me contó su vida y me “toqueteó”, hasta que el grito de “PÁGAMEEE”,
literalmente me hizo saltar de mi asiento y me convertí en un cliente más del
local de lujuria y diversión para hombres en el cual se desarrolla la obra “A 2,50
la cuba libre”.
Así como yo me
sentí parte de la obra, esta propuesta actoral busca hacer que el público deje ser
un simple espectador y tenga más cercanía con los personajes y sea parte del
montaje escénico. No fui la única “víctima”, todos durante la función de una u
otra manera pasamos a ser parte del elenco y no solo escuchamos las
desgarradoras historias de hambre, pobreza, violencia intrafamiliar y amores no
correspondidos que llevaron a las protagonistas a convertirse en prostitutas de
un lugar liderado por una “madame” que sabe muy bien como es el oscuro mundo de
las sexo servidoras.
Romper esa cuarta
pared (que en actuación se define como una barrera imaginaria que distancia al
actor del público), es para quienes están en el escenario una experiencia de su
profesión. Pero que el público rompa esa pared y acepte en este caso ser parte
de la escenografía y hasta clientes y actores de la obra solo lo pudieron esa
noche lograr: Alejandra Paredes, Priscila Negrón, Samantha Grey, María Sacoto y
Ketsia Borosky.
Alejandra Paredes y
Priscila Negrón son ya un referente de la actuación en teatro y televisión en Ecuador
y su presencia en el escenario es impecable, van de la risa al llanto; de la
sensualidad y lujuria hasta la mujer tímida y dolida que no sabe como explicar
como terminó en un burdel. Con una magistral actuación que el público disfruta
plenamente, la cercanía con las actrices nos deja ver en sus rostros los
matices de sus personajes hasta el punto de erizarnos la piel.
Difícil para el
público curuchupa de nuestra sociedad será quizás escuchar una serie de palabra
soeces en boca de mujeres bellas y esculturales figuras ceñidas en llamativos
trajes negros. Los hijueputa, conchatumadre, etc se dicen como parte de sus
diálogos. Pero quien ha escuchado un “cállate hijueputa” y otras más en su
vida, no podría inmutarse al escucharlas en los diálogos de esta obra en la
cual la experimentada María Sacoto tiene una mención especial al recrear a una
mesalina entrada en años, que poco atrae clientes, pero que sigue en el oficio
acompañando a una nueva camada y jóvenes trabajadoras de la “empresa” de la
Caimana.
Este personaje es
repartido entre dos actrices trans, una de ellas Ketsia Borosky a quien vi en
escena es también actoralmente parte llamativa de la propuesta. No solo por ser
el quiebre que da al ver entre el elenco una chica trans sino también por el dominio
y matices que impregna al personaje que si bien es cierto es la “culpable” de
que todas estén en una vida ilícita, narra con desgarro como fue que cada una
de ellas llegó a su vida, fue “salvada”
y prefirieron morir en las fauces de la caimana y no de frío y desempleo en la
calle.
Finalmente,
Samantha Grey nos hace olvidar sus roles de personajes juveniles en TV y dejar
de ser antes los ojos del público la versión de su madre Sharon, la hechicera,
para demostrar que hijo de tigre sale rayado y demuestra que tiene madera de
actriz. Una madera que se va lijando hasta tomar forma y que absorbe el barniz
de este experimentado elenco permitiéndole construir un delicioso personaje que
hace llorar, reír y meditar.
La obra “2,50 la
cuba libre” se presentó con éxito una temporada en Shapo ubicado en el Samborodón
Business Center, Guayaquil, Ecuador. Actuaron la noche que la vía para hacer
esta crítica: Samantha Grey, Alejandra Paredes, Priscila Negrón, María Sacoto,
Ketsia Borosky. Complementan este doble elenco de actrices: María Fernanda
Pérez, Valentina Abreu, Rudy Arana, Nicole Rubira. Se tiene previsto que se
presente en La Bota y se realice una gira por varias ciudades del país.
Stalyn
Ramos Lara
Disfruta de
las entrevistas que para Música Talento Ec se les realizó a las actrices María
Fernanda Pérez y Ketsia Borosky acerca de la obra en los siguientes links
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