Lejos de las
críticas, de las actuaciones (pésimas, malas, etc), del fracaso del tour
Hechizadas, de que si la historia fue real, si faltó más biografía, si algunos
datos fueron falsos o exagerados, la bionovela “Sharon, La Hechicera”, dio más
de estos comentarios.
Y para muchos la
historia de quien fuera considerada una Diva del pueblo ecuatoriano, pasó
desapercibida, pues sus mitos y verdades fueron develados por la propia artista
a lo largo de su carrera y en vida durante las diversas entrevistas que
concedió a los representantes de diversos medios de comunicación.
Las historias paralelas
que giran en torno a la trama principal de una telenovela, en ocasiones
acaparan más la atención del público y esta producción dramática ecuatoriana no
fue la excepción. Destacables actuaciones las de Santiago Carpio (Mandrake), Cinthya
Coppiano (Pilar) y Francisco Arias (Mendoza); junto a Hilda Saraguayo como la
empleada doméstica de esta singular familia, sin duda alguna calaron muy hondo
en el corazón del espectador.
El maltrato
sicológico y físico de Mandrake hacia Pilar refleja el común denominador de lo
que padecen muchas mujeres en su hogar y que forman parte de un modo de vida
dentro de nuestra y muchas sociedades. De igual manera, el amor entre Pilar y
Mendoza (su chofer) es el reflejo de ese mundo mágico y lúdico que toda mujer
desesperada sueña encontrar para poner fin a su sufrimiento dentro de su casa.
Esta historia
paralela, que dicho sea de paso no existió en la vida real de Sharon, y que es
producto de la ficción y creación de los libretistas de la novela, fue uno de
los ejes principales y que poco a poco con el transcurrir de los capítulos se
fue tornando más importante que si Sharon vendió o no morocho junto al payaso
Frijolito.
De igual manera,
las antagonistas en muchos casos también tienden a ser más importantes dentro de las tramas y nuevamente
“Sharon, la Hechicera” dio cabida a dos “malas” que resultaron muy buenas.
Krysthel Chuchaca dio
muestra de su calidad actoral y llenó de matices su personaje de Santanera
hasta el punto de opacar a la protagonista actoralmente hablando.
Santanera no es
Jazmín como la gran mayoría pensaba. Si bien es cierto La Tumbadora
artísticamente siempre fue “rival” de La Hechicera, no existió en la vida real
una historia tan truculenta, que bien si hay que aclarar tiene parte de verdad
de lo que viven en su gran mayoría los artistas envueltos en la droga y los
favores sexuales a cambio de fama y éxito.
Pero a parte de
eso, la personificación que hizo Chuchuca de Santanera y los giros dramáticos
que se vieron en el personaje resaltan a esta actriz quien ha venido creciendo
de ser una extra en series de comedias hasta llegar a su gran estelar en esa
producción dramática,
Otra “perversa” a
la que hay que sacársele el sombrero es a La Chonera, representada por Dayanara
Peralta. Su faceta de cantante le dio una gran ayuda pues no tuvo que doblar en
las escenas de canto como lo hizo Krysthel, y además su juventud y escultural
cuerpo fueron los plus para hacer de este personaje uno de los más seguidos y
odiados también dentro de la trama. De esta manera, Dayanara va escalando
dentro de la actuación y alejándose del papel de “niña linda” que tuvo en otro
dramatizado, para explotar su parte más sensual y provocativa que va de la mano
con la que proyecta en sus videos y show como intérprete.
Vínculo de estos
dos personajes antagónicos femeninos es Mandrake, magistralmente interpretado
por Santiago Carpio, un malo como pocos vistos en la TV ecuatoriana, de buen
vestir con un estilo de gángster de película antigua que no va con la ropa retro
de los 80 y 90 en que se desarrollaba la historia. Su bastón y singular bigote
pasarán a la historia de los personajes de la TV ecuatoriana. Este malo se suma
a la lista de mejores villanos encabezada sin lugar a dudas por Armando Paz,
caracterizado por Andrés Garzón en “Tres Familias”.
Mis
queridos lectores y seguidores así iniciamos este 2019, y en el día que se
recuerda el trágico fallecimiento de Sharon, La Hechicera, mi forma de rendirle
tributo y recordarla es con este comentario sobre su novela, sin proponérselo
después de muerta, Edith Bermeo continúa a través de su imagen de artista
brindando la oportunidad de otros artistas de salir adelante y mostrando su
talento como la gran mayoría de actores convocados para su bionovela.